El año que viene parece que va a ser testigo de otra ronda de cambios rápidos en los asuntos “medioambientales, sociales y de gobernanza” (ASG) del sector de los servicios financieros y los datos asociados a ellos.
Sólo en la UE, en 2022 se pondrá en marcha la segunda fase del régimen de divulgación de información financiera sostenible, el sistema de clasificación de la UE y los requisitos actualizados aplicables a los intermediarios que discutan cuestiones ASG con los inversores en virtud del reglamento de la Directiva sobre Mercados de Instrumentos Financieros (MiFID) de la UE.
Otras jurisdicciones tienen planes de acción similares; la SEC de EE.UU. ha publicado recientemente una serie de normas propuestas para mejorar la información climática estandarizada para los inversores.
Un estudio realizado por PAConsulting4 indica que casi nueve de cada diez consumidores quieren actualmente servicios y productos financieros más sostenibles; muy pocos consumidores (menos de dos de cada diez) creen que las instituciones financieras ya están satisfaciendo esta demanda y están comprometidas con objetivos más amplios que la optimización de los beneficios. Los mercados financieros tendrán un valor de más de 50 billones de dólares en los próximos cinco años.
Además, las empresas de servicios financieros están dispuestas a realizar análisis ASG. Son conscientes de la necesidad de comprender los riesgos y las implicaciones financieras de las principales cuestiones ASG y de tener en cuenta las emisiones de alcance 3 derivadas de sus inversiones; por ejemplo, SwissRe6 ha calculado que sólo el riesgo de cambio climático podría añadir 183000 millones de dólares al año al coste de los seguros inmobiliarios para el año 204. Al mismo tiempo, están surgiendo nuevas oportunidades. Por ejemplo, HSBC7 está consolidando los datos sobre el riesgo climático para gestionar más eficazmente el riesgo crediticio.
Sin embargo, a medida que el debate sobre ASG sigue madurando, persiste una pregunta familiar: ¿cómo pueden las instituciones financieras y sus clientes crear conjuntos de datos sólidos y transparentes sobre cuestiones clave de ASG? Sin estos datos, el sector de los servicios financieros carece de los elementos clave necesarios para proporcionar información práctica y tendrá dificultades para explicar y justificar sus decisiones y comportamientos a sus partes interesadas, desde los reguladores hasta los empleados.
La buena noticia es que se han hecho progresos en este ámbito. Por ejemplo, en el ámbito del medio ambiente, los trabajos de la UE8 tienen como objetivo establecer definiciones normalizadas para las cuestiones clave de sostenibilidad y fijar formularios de divulgación acordados (así como normas mínimas de divulgación). Aunque estas iniciativas aumentarán la carga de trabajo de cumplimiento en los próximos años, al menos proporcionan una mayor claridad sobre lo que debe medirse y cómo debe aplicarse.
En otros lugares, grupos como el Foro Económico Mundial9 siguen explorando formas de mejorar la coherencia de los distintos indicadores ASG. El Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible10 ha propuesto una visión para la medición de las emisiones y otros indicadores medioambientales clave, incluyendo una propuesta para “consolidar los datos de los informes corporativos existentes sobre GEI, consolidar las estadísticas para definir las contribuciones corporativas y utilizar la Conferencia anual de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para evaluar el progreso corporativo hacia los objetivos”.