Sichuan está situada en el curso superior del río Yangtsé, en el suroeste de China, con la meseta de Qinghai-Tíbet al oeste, las montañas occidentales de Hunan-Europa al este y la meseta de Yunnan-Guizhou al sur. Alimentado por las grandes montañas y ríos, el desarrollo económico de Sichuan ha mostrado una fuerte "resistencia" y tenacidad, apoyándose en las ventajas de sus recursos, en los cimientos industriales establecidos por la "Tercera Línea de Construcción" y en las oportunidades estratégicas del desarrollo occidental en la nueva era: en 2021, el PIB de Sichuan se acercará a los 5,4 billones de RMB, ocupando el sexto lugar en el país y el primero en el oeste. En 2021, el PIB de Sichuan se acercará a los 5,4 billones de RMB, ocupando el sexto lugar en el país y el primero en el oeste, lo que supone una importante contribución a la economía nacional. Sin embargo, el complejo paisaje también conlleva la característica de un acceso limitado y un desarrollo desigual dentro de la provincia: Chengdu, la capital de la cuenca de Sichuan, es la carta de oro de Sichuan y el principal polo de crecimiento de la provincia, aportando casi el 40% de la producción económica de la provincia con una cuarta parte de su población. La geografía natural y la política industrial han llevado a una concentración de recursos humanos, materiales y financieros en la ciudad, lo que ha provocado un desequilibrio más pronunciado en el desarrollo dentro de la provincia de Sichuan. En consecuencia, las finanzas de Sichuan presentan características distintivas, centradas en la relativa centralización de las finanzas provinciales, la gran magnitud de las subvenciones netas del gobierno central, la escasa proporción de ingresos fiscales generados por el sector manufacturero, la escasa autosuficiencia financiera de la mayoría de los municipios, la elevada dependencia de la financiación del suelo y el alto riesgo de endeudamiento de algunos municipios.
En el contexto actual de transferencia acelerada de las cadenas industriales del este a las regiones centrales y occidentales, de desarrollo acelerado de energías limpias como la hidroeléctrica por parte de Carbon Dafeng y Carbon Neutral, y de retorno de los talentos, la economía de Sichuan goza de una nueva vitalidad. La primera es que Sichuan tiene la oportunidad histórica de promover la construcción de "Un cinturón, una ruta", la formación de un nuevo patrón para el desarrollo de Occidente en la nueva era, y la construcción de un círculo económico de dos ciudades en la región de Chengdu-Chongqing, que se espera que acelere la promoción del comercio de importación y exportación en el exterior y la transferencia de industrias a la región oriental en el interior. En segundo lugar, Sichuan tiene un gran terreno ondulado y abundantes recursos hidroeléctricos, mientras que el mineral de piroxeno de litio, las tierras raras, el gas natural y otros recursos son abundantes. El fondo de carbono neutral de Dafeng, las ventajas de Sichuan como una provincia de energía limpia aumentará aún más, y atraer a los productos químicos verdes de energía limpia, la inversión de fabricación de equipos de automoción de nueva energía, añadiendo un nuevo impulso al desarrollo de Sichuan. En tercer lugar, el impulso de la industria económica, la mejora del nivel de los servicios públicos, el coste de la vida relativamente bajo hace que regrese el talento, consolidando aún más la base del desarrollo de Sichuan.
Sin embargo, también preocupa la situación económica y financiera de Sichuan: en primer lugar, Chengdu, como columna vertebral del "un tronco, muchas ramas", tiene un alto grado de primacía y un evidente efecto sifón. La falta de ciudades subcentrales en Sichuan dificulta la formación de una economía multipunto para promover la prosperidad común. En segundo lugar, en los últimos años, algunas ciudades, representadas por Chengdu, han promovido enérgicamente la construcción de áreas metropolitanas e infraestructuras de transporte, que dependen en mayor medida de las plataformas de inversión urbana para su financiación, y algunas ciudades están sometidas a una mayor presión para resolver sus deudas ocultas. En tercer lugar, en 2021, la proporción de gastos especiales de pago de la deuda/gastos presupuestarios del fondo gubernamental en algunos municipios, como Bazhong y Nanchong, ha alcanzado el 7,4% y el 6,4%. A medida que el sector inmobiliario entra en un ciclo descendente y los ingresos por concesiones de terrenos disminuyen, la capacidad de los ingresos de los fondos públicos para cubrir los intereses de las deudas especiales se reduce aún más, lo que puede desencadenar condiciones de reestructuración fiscal. De hecho, ya en 2018 el distrito de Yanjiang y el condado de Anyue, dependientes de la ciudad de Ziyang, en la provincia de Sichuan, iniciarían una reestructuración fiscal debido a los importantes riesgos de endeudamiento que afectan a las operaciones del gobierno local.
Como base y pilar importante de la gobernanza nacional, las finanzas deben romper los factores que limitan la vitalidad económica y promover la construcción de un nuevo modelo de desarrollo y la consecución de la prosperidad común. A corto plazo, ante el creciente riesgo de reestructuración fiscal en algunas regiones, la presión sobre los pagos de la deuda debería aliviarse mediante prórrogas, reestructuración de la deuda, canjes de deuda y revitalización de los fondos de reserva sobre la base de una mayor coordinación a nivel provincial, y los resultados deberían consolidarse aún más mediante el ahorro de gastos. A medio y largo plazo, Sichuan debería dar rienda suelta a su papel fiscal en la promoción de un desarrollo económico de calidad, explorando las características económicas locales, mejorando el entorno empresarial, promoviendo la transformación de las industrias locales y atrayendo continuamente la afluencia de población para optimizar la base impositiva y mejorar así la sostenibilidad fiscal.
Riesgos: Repetición de epidemias: recuperación económica menor de la esperada