Resumen
Históricamente, las crisis de la libra esterlina han comenzado a menudo con un debilitamiento de los fundamentos económicos del Reino Unido o de las expectativas, lo que ha provocado una presión para que el tipo de cambio se deprecie, con factores como la ralentización del crecimiento económico, la disminución de la competitividad de las exportaciones, los déficits por cuenta corriente o el aumento de la carga de la deuda, que son factores fundamentales importantes que desencadenan la depreciación del tipo de cambio.
Bajo un régimen de tipo de cambio fijo, las crisis de la libra esterlina suelen terminar con un ajuste del régimen de tipo de cambio del Reino Unido o una devaluación de la libra en vigor. El aumento del poder de los inversores y el bajo tamaño de las reservas de divisas del Banco de Inglaterra son nuevos catalizadores.
En cambio, en un régimen de tipo de cambio flotante, la fortaleza del dólar estadounidense, que es el núcleo del sistema monetario mundial, tiene un impacto significativo en el tipo de cambio de la libra. Sin embargo, la debilidad de los fundamentos de la economía británica, la fragilidad del sistema bancario y el debilitamiento de las propias expectativas del mercado seguirán generando expectativas de depreciación del valor de la libra, lo que amplificará la presión para que ésta se deprecie, lo que a su vez repercutirá en el dólar estadounidense.
El actual sistema de tipo de cambio flotante para la libra, cómo ver la presión de ajuste posterior, creemos, por un lado, sobre la fuerza del dólar, por otro lado, depende de las expectativas del mercado del gobierno británico y el crecimiento económico futuro.
En términos del propio Reino Unido y las expectativas del mercado, el mercado está naturalmente preocupado por el núcleo del nuevo plan de crecimiento de Truss, la eficacia de su promoción del crecimiento económico del Reino Unido está todavía abierta a la pregunta, pero su promoción de la inflación y la deuda ha causado la preocupación del mercado, el mercado teme que la deuda del Reino Unido hacia una situación de desequilibrio de la deuda, o el camino hacia una mayor inflación dilución de la deuda soberana. Si un gobierno posterior de Truss no logra presentar una propuesta presupuestaria que satisfaga a los mercados, la confianza de éstos seguirá sufriendo.
Además, en tiempos de estanflación, una fiscalidad expansiva también podría provocar el problema de las políticas fiscales y monetarias divergentes. Es probable que las presiones inflacionistas desencadenadas por el nuevo plan de crecimiento sigan reforzando la postura restrictiva del Banco, lo que provocará una divergencia entre la política fiscal y la monetaria.
Sin embargo, el Banco de Inglaterra se enfrenta a un dilema entre la estabilidad financiera y la lucha contra la inflación, ya que las actuales perturbaciones en los mercados financieros del Reino Unido continúan. Por lo que respecta a la declaración del Banco de Inglaterra, la actitud del Banco de Inglaterra de mantener su postura de endurecimiento es relativamente clara, y su intervención en los mercados financieros es un acto temporal. Sin embargo, está por ver si el Banco de Inglaterra será capaz de mantener su postura en el futuro.
En comparación con las crisis históricas de la libra esterlina, la situación actual se asemeja en parte a la de 197576 en lo que respecta a la política del Reino Unido y China, con una perspectiva incierta de expansión fiscal y un posible aumento de la carga de la deuda, al tiempo que diverge de la política monetaria. También es parcialmente similar al período posterior al Brexit en 2016, con el nuevo plan de crecimiento de Truss golpeando de nuevo la confianza del mercado. En cuanto a la fortaleza del dólar estadounidense, el entorno actual es similar al de 1981, en el sentido de que un dólar más fuerte hace bajar el valor de la libra. Ambos han presionado la depreciación del tipo de cambio de la libra.
De cara al futuro, el futuro del mercado de deuda del Reino Unido y la interpretación del tipo de cambio, además de la fortaleza del dólar, serán claves los detalles del nuevo plan de crecimiento del gobierno de Truss, las previsiones económicas y su impacto en la deuda pública, que incluso pueden afectar a su vez a la fortaleza del dólar.
Si el gobierno de Truss no logra presentar una propuesta presupuestaria que satisfaga al mercado, es probable que continúe la presión para ajustar la deuda británica y los mercados de divisas. Por otra parte, en el caso de que el dólar siga manteniendo una posición fuerte, el seguimiento no descarta la posibilidad de que el tipo de cambio de la libra siga depreciándose, o incluso caiga por debajo del mínimo histórico de ruptura con la paridad del dólar.
Se aconseja a los inversores que estén atentos a los posibles cambios en el mercado británico desde mediados de octubre hasta principios de noviembre. Los principales acontecimientos a los que se recomienda prestar atención son el fin de la intervención temporal del Banco de Inglaterra el 14 de octubre, la actualización de la calificación soberana del Reino Unido por parte de Moody's y Standard & Poor's el 21 de octubre, y la reevaluación de las perspectivas sobre las presiones inflacionistas y la austeridad por parte del Banco de Inglaterra en su reunión sobre los tipos de interés a principios de noviembre.
Riesgos: la propagación de la epidemia en el país y en el extranjero supera las expectativas, la tasa de crecimiento económico de China supera las expectativas, el cambio de la política macroeconómica exterior de China supera las expectativas.