Resumen
El cuarto trimestre fue una fase de transición en el giro de la economía estadounidense hacia la recesión. La Reserva Federal mantuvo su política de mano dura, acelerando la presión a la baja sobre la economía real y reforzando el riesgo de una recesión en un futuro lejano.
La inflación subyacente se mantuvo elevada en el cuarto trimestre, sin que haya señales claras de un giro en la política, persistiendo la fortaleza del dólar y la represión de los tipos de interés, y siendo necesario un punto de inflexión en la política para que se debiliten las tendencias del mercado laboral.
La economía de la eurozona se enfrenta a una continua presión a la baja en el cuarto trimestre en medio de la crisis energética, que es más débil que la de EE.UU. en el margen, por lo que es difícil decir que el euro ha tocado fondo en el cuarto trimestre.