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Este artículo compara sistemáticamente las condiciones de la tierra, la población y la política en Japón durante la economía de burbuja, y explora las causas fundamentales de la inflación y el estallido de la burbuja inmobiliaria japonesa, como forma de iluminar las condiciones necesarias para el desarrollo saludable del actual mercado inmobiliario chino.
Nuestra investigación sobre la formación y el estallido de la burbuja inmobiliaria japonesa nos ha llevado a las siguientes conclusiones importantes: 1. Al principio del estallido de la burbuja inmobiliaria japonesa, la inversión y las ventas inmobiliarias cayeron brevemente y luego se recuperaron, sin causar realmente un gran impacto en la propia industria inmobiliaria en ese momento. Sin embargo, la caída de los precios del suelo causó daños en los balances de los residentes y del sector empresarial, y una importante reducción del consumo del sector privado y de la inversión en equipamiento de las empresas fue la principal razón del descenso del crecimiento económico en Japón en aquella época.2. La escasez de suelo y la alta densidad de población de Japón hicieron que el mercado inmobiliario fuera más propenso a las burbujas, y la ralentización del crecimiento demográfico y de la urbanización en los años 80 aumentó la vulnerabilidad de su mercado inmobiliario. Sin embargo, los factores a largo plazo, como la tierra y la población, no fueron los desencadenantes directos del estallido de la burbuja inmobiliaria3. En cuanto a la política monetaria, tras la firma del Acuerdo del Plaza, la política monetaria de Japón asumió los tres objetivos interrelacionados de la coordinación de la política económica internacional, la detención de la apreciación del yen y la expansión de la demanda interna para comprimir el superávit de la cuenta corriente, aplicando así un largo periodo de relajación. El posterior endurecimiento fue demasiado rápido y se acompañó de una política de control de la financiación inmobiliaria. Al estallido de la burbuja de activos le siguió la indecisión y los remedios inoportunos. En cuanto a la política fiscal, en la década de 1980 el gobierno japonés aplicó la "reconstrucción fiscal", que hizo que la balanza fiscal pasara de ser deficitaria a ser superavitaria, y hubo una falta de coordinación entre la política fiscal y la política monetaria, que asumió demasiadas funciones de relajación. En cuanto a la política fiscal, el gobierno japonés relajó su política de impuestos inmobiliarios a principios de la década de 1980, pero continuó endureciéndola en la década de 1990, cuando el sector inmobiliario comenzó a caer, y el ajuste "procíclico" de los impuestos inmobiliarios exacerbó el impulso a la baja del mercado inmobiliario.
La expansión y el estallido de la burbuja inmobiliaria japonesa han aportado las siguientes ideas al actual mercado inmobiliario chino: 1. La vulnerabilidad del mercado inmobiliario chino ha aumentado, y es necesario prestar atención a la prevención de los riesgos relacionados. El envejecimiento de la población china ha entrado en una fase de rápido crecimiento; el coeficiente de apalancamiento del sector residencial chino ha aumentado rápidamente en los últimos años y ha alcanzado un nivel elevado; y la relación entre el precio de la vivienda y los ingresos en las principales ciudades de China es demasiado elevada. 2. En comparación con el Japón de los años noventa, el mercado inmobiliario chino sigue teniendo factores de apoyo. Todavía hay mucho margen para la urbanización de la población rural china, especialmente para la ciudadanía; la población de China se concentrará aún más en las aglomeraciones urbanas; y se están explorando y construyendo nuevos modelos de desarrollo inmobiliario.3 Los factores anteriores dictan que las políticas inmobiliarias de China deben ser moderadas y coordinadas con otras políticas macro. En primer lugar, la política monetaria debe ser moderada y mantener una determinación política "orientada al yo", para evitar un impacto excesivo en el mercado inmobiliario causado por el "doble endurecimiento" de la cantidad y la estructura totales. Desde este año, la política monetaria de China ha demostrado su audacia "centrada en el yo", y la política monetaria estructural se ha cubierto activamente contra la presión contractiva de algunos sectores inmobiliarios. En segundo lugar, es cada vez más importante que las políticas fiscales y monetarias formen una sinergia. El doble enfoque de las políticas fiscal y monetaria de China, y el desarrollo de instrumentos financieros orientados a la política para explorar la vía de la combinación de las políticas fiscal y monetaria, ha ayudado a evitar las secuelas de la inundación monetaria y a promover el desarrollo saludable del mercado inmobiliario. En tercer lugar, es prudente aplicar políticas fiscales y de control, como el impuesto sobre bienes inmuebles.